Qué es una caldera de condensación: Características y función

En la búsqueda constante de soluciones energéticas más eficientes y respetuosas con el medio ambiente, las calderas de condensación han emergido como una tecnología clave en la industria de la calefacción. Combinando innovación en diseño y funcionalidad, estas calderas representan un avance significativo en la manera en que se genera y utiliza el calor.

Su capacidad para aprovechar el calor latente y reducir las emisiones de gases nocivos las coloca en la vanguardia de las opciones de calefacción modernas, ofreciendo una respuesta a las crecientes demandas de sostenibilidad y eficiencia en la energía.

¿Qué es una caldera de condensación?

Una caldera de condensación es un aparato especializado en la generación de agua caliente, que opera en un rango de temperatura entre 40 y 60 grados. Lo que la distingue y la hace particularmente relevante en la actualidad es su alto rendimiento y su capacidad para emitir CO2 de manera reducida.

La clave de su funcionamiento reside en el proceso de condensación, que es la transformación de una sustancia de un estado gaseoso a un estado líquido. Durante este proceso, se libera una energía latente que se aprovecha para calentar. Esto no solo permite una mayor eficiencia en la generación de calor sino que también contribuye a un menor impacto ambiental.

La tecnología empleada en las calderas de condensación es menos contaminante y promueve el ahorro energético. Por estas razones, se consideran una de las opciones más indicadas en la actualidad para la calefacción y la producción de agua caliente, alineándose con las preocupaciones modernas sobre la sostenibilidad y la eficiencia energética.

Características de la caldera de condensación

1. Utiliza el Calor Encubierto de los Humos (Condensación): Las calderas de condensación aprovechan el calor latente presente en los gases de combustión. En lugar de permitir que estos gases se escapen, la caldera los condensa, liberando el calor encubierto y utilizando esa energía para calentar el agua. Esto mejora la eficiencia y reduce el desperdicio de energía.
2. Evacuación de los Condensados: Durante la condensación, se generan condensados que deben ser evacuados de manera segura. Esto se logra mediante un sistema de sifón y tuberías, que transportan los condensados fuera de la caldera. La correcta evacuación es esencial para el funcionamiento seguro y eficiente de la caldera.
3. Materiales de Construcción: Las calderas de condensación suelen estar elaboradas con acero inoxidable o aluminio fundido. Estos materiales son conocidos por su durabilidad y resistencia a la corrosión, lo que contribuye a la longevidad y fiabilidad de la caldera.
4. Resistencia a la Corrosión: La resistencia a la corrosión es una característica vital, ya que la condensación puede generar sustancias corrosivas. La elección de materiales resistentes asegura que la caldera pueda soportar este ambiente sin deteriorarse.
5. Rendimiento Energético Teórico: Sorprendentemente, el rendimiento energético teórico de estas calderas puede llegar a ser el 110% respecto del poder calorífico inferior (PCI). Esto se debe a la capacidad de aprovechar el calor latente, lo que permite una eficiencia superior al 100% en términos teóricos.
6. Emisiones Reducidas de Dióxido de Nitrógeno: Las calderas de condensación emiten bajas cantidades de dióxido de nitrógeno, un gas que puede ser perjudicial para el medio ambiente. Esto las hace más respetuosas con el entorno y alinea con los esfuerzos por reducir la contaminación.
7. Quemador Cilíndrico y Temperatura Inferior: Estas calderas trabajan con una temperatura inferior a la de un quemador convencional, gracias a su quemador cilíndrico. Esto permite una combustión más controlada y eficiente, contribuyendo a la eficacia general del sistema.
8. Rendimiento Aumentado a Carga Parcial: A diferencia de las calderas tradicionales, el rendimiento de las calderas de condensación aumenta a carga parcial. Esto significa que pueden operar de manera más eficiente incluso cuando no están funcionando a su capacidad máxima, ofreciendo flexibilidad y ahorro energético.

Funcionamiento

Las calderas de condensación son dispositivos altamente eficientes que utilizan una serie de procesos para generar calor. A continuación, se detalla su funcionamiento:

1. Ingreso del Gas: El gas, que actúa como combustible, es introducido en la caldera. Este ingreso es controlado cuidadosamente para asegurar una combustión eficiente y segura.
2. Ingreso del Aire: El aire es esencial para la combustión. Se introduce en la cantidad adecuada para mezclarse con el gas y permitir una combustión completa y eficiente.
3. Expulsión de Gases Quemados: Después de la combustión, los gases quemados, que aún contienen calor útil, son dirigidos a través de un intercambiador de calor donde se condensan, liberando el calor latente.
4. Vuelta desde Emisores: El agua o vapor que ha sido calentado en los emisores (como radiadores) retorna a la caldera para ser recalentado, permitiendo un ciclo continuo y eficiente de calefacción.
5. Ida a los Emisores: El agua o vapor caliente es enviado desde la caldera a los emisores para distribuir el calor en el espacio deseado, como en un sistema de calefacción central.
6. Agua Condensada: La condensación de los gases quemados forma agua, que se recoge y se evacua de manera segura. Esta condensación es clave para la alta eficiencia de la caldera, ya que aprovecha el calor que de otro modo se perdería.

Normativa

Existe una normativa en cuanto a este tema ya que son las que alcanzan los aspectos de rendimiento marcados los nuevos reglamentos. Por ejemplo: Las calderas deben tener rendimientos superiores a 86% que es igual a una calificación energética como mínima de B.

Quien se encarga de esta regulación es la Directivas de Ecodiseño para los productos relacionados con la energía (también llamada Directiva ErP, de las siglas en inglés “Energy related Products”) y Etiquetado Energético (ELD, de las siglas “Energy Labelling Directive”).

Específicamente en nuestro país el Reglamento de Instalaciones Técnicas en los Edificios (R.I.T.E.) en su IT 1.2.4.1.2.1. es el encargado de enunciar los requisitos de rendimiento.

Mediante esta norma se aclaran las condiciones a cumplir por las instalaciones destinadas a servicios como climatización, calefacción, agua caliente sanitaria, entre otros. Todo con la intención de que la energía sea utilizada racionalmente sin perjudicar el ambiente.

Ventajas

Ahora, te indicaremos todas las ventajas que trae consigo el hecho de usar calderas de condensación:

• Representan un ahorro de 25% en tu factura de gas: Sí, como lo ves, esto se da por la capacidad de aprovechar gran parte del calor que se pierde en forma de vapor, hace que se genere un rendimiento.
• Ahorro energético por menos uso de combustible: Esta va adecuando su potencia de utilidad a las necesidades de la instalación, por el hecho de evitar arranques y detenimientos de manera continua.
• Mayor rendimiento: Las calderas aprovechan el vapor del agua lo que hace que su rendimiento sea 93,5% mayor frente al 80% de las convencionales.
• Respeta y cuida el ambiente: Gracias a que no emite muchos gases CO2 y NOx el cuidado del ambiente se encuentra implícito en su uso.
• Plan renove de calderas de condensación: Se trata de una planificación por comunidades que permite que todos tengan este sistema y así gocen de sus beneficios.

Todos los mecanismos y sistemas actuales están enmarcadas en pro del auge ambientalista, esto para poder adaptarnos al clima que se nos presenta sin necesidad de contaminar de manera excesiva nuestro al rededor.

Las calderas de condensación son favorables desde el punto de vista eléctrico y cumple con todo lo necesario para que sean parte de nuestro hogar.

Sobre todo porque reducen de manera considerable las pérdidas por humos con el sistema de salida de gases procedentes de la combustión.